JAVI CORZO, ADIÓS A BUÑOL

Con el mes de junio llegan el final de la temporada y la hora de las despedidas. Todos los adioses son sentidos. Llevan el reconocimiento a las horas de esfuerzo y entrega a unos compañeros y a unos colores. Son también el recuerdo a las alegrías, las más, y a las tristezas, las menos, compartidas.
Otra casaca vieja del fútbol base granota, Javi Corzo, se ha desvinculado de la Escuela.
Con el apoyo y aliento constantes de Pilar y de Arturo, histórico juvenil del mítico Benimar de los años 80, el eléctrico extremo zurdo se forjaría en el C.D. Juventud Manisense. Javier formaría parte de su primer querubín y defendería sus colores hasta el Benjamín A, jugando siempre un año por encima de su edad.

 

 

 

 

 

Su velocidad, desborde y dotes goleadoras no pasaron desapercibidas y en el verano del 2010 ingresaba en la Escuela del Levante U.D. Su primer equipo fue el Alevín G con Oltra como entrenador, con el que conquistaría su primer torneo como levantinista, el de Torrfiel, pero sus cuarenta goles le catapultaron esa misma temporada al Alevín C, a las órdenes de Alfons, con el que ganaría los torneos de El Planter y Canet, además de entrenar con frecuencia con el Alevín A.

 

Al año siguiente sufriría en persona uno de los episodios más lamentables de la Escuela. Javier puede contar como un equipo compuesto en inicio por catorce jugadores, finalizaría la temporada con siete. El último abandono se produciría tras el primer partido del Brunete de Benalmádena. El responsable de semejante esperpento sería recompensado con el Infantil Autonómico.
Javi Corzo jugaria los últimos diez partidos de la Liga, ya en fútbol 11, con el Infantil E de Tarín, donde con su juego y goles contribuyó a la conquista del Campeonato. No solo consiguió la Liga ese año, sino que también obtuvo el premio de la Escuela del Levante a los valores académicos.

Fue uno de los capitanes del Infantil B de Iván, el año pasado, y del subcampeón Infantil D de Tarín y Claudio, esta temporada. Ambos equipos han sido testigos de sus internadas por la banda, amagos, centros y remates casi siempre con su zurda de seda. Para el recuerdo su golazo al E1 Paiporta esta campaña.

 

 

Más allá de partidos, entrenamientos, victorias, goles o derrotas, nos quedamos con su alegría contagiosa y con su espíritu de equipo. Sin duda, Javier y familia, han hecho Escuela.