Expediente cubierto.
El sábado realizamos un partido similar al desapacible día que sufrimos. La famosa ventisca de Buñol, que este año no había hecho acto de presencia, arreció en la segunda parte y dificultó el desarrollo del mismo.
Tras un buen inicio, no más de diez minutos, en que solo nos faltó materializar alguna de la innumerables oportunidades creadas, caímos en un juego de imprecisiones. El gol de Dodi fue contestado casi de inmediato por el poderoso central rival, al transformar un libre directo desde veinte metros, en el único remate entre palos que realizaría el Manises en todo el encuentro. Máxima efectividad que contrastó con la casi nula nuestra.
Pese a todo, el 1-1 del descanso, solo puede explicarse con el tópico fútbol es fútbol. Desperdiciar hasta media docena de ocasiones se paga y más este equipo, que no se ha caracterizado nunca por ser compañero de la fortuna.
En la segunda parte los goles de Josep, al revolverse dentro del área, y Raúl, al culminar una rápida contra, evitaron mayores sobresaltos.
Ahora, se trata de recuperar nuestro juego, y, sobre todo, mejorar la definición.
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