Indómitos guerreros.
Partido muy exigente el disputado esta mañana contra el Ribarroja. La diferencia física, las dimensiones del terreno y la elevada temperatura fueron elementos que acabaron siendo decisivos.
Conociendo el juego de nuestros rivales cabían dos alternativas: cerrojazo y a esperar; o ser fieles a nuestro estilo. Fuimos valientes y no abdicamos de nuestra propuesta, asumiendo el riesgo que la misma conllevaba.
El Ribarroja iba a conseguir el único gol del encuentro al ganar la espalda a nuestra defensa su goleador Samuel, en una jugada iniciada en una falta a Iván que no se señaló. Sin embargo los nuestros supieron reaccionar y desarrollaron su mejor fútbol hasta el final de la primera parte. Tres claras ocasiones, una sacada bajo palos por un defensa justo antes de que nuestros rivales perdonaran el segundo, que no supimos materializar.
Fue el día de nuestros guardametas, que con sus intervenciones nos mantuvieron en el partido hasta su término. Primero Carlos, muy atento, con dos salidas anticipándose a los delanteros; y después Juan con dos intervenciones llenas de arrojo y reflejos, evitaron que el Ribarroja se distanciara en el marcador.
Pese a la desventaja física los nuestros en ningún momento se arrugaron. Pelearon cada balón, cada palmo de terreno y cada carrera hasta la extenuación. Los Bilal, otro mihura magrebí, Samuel, Mauro y compañía acabaron desesperados ante la resistencia de un equipo pequeño en físico, pero enorme en corazón.
Lástima la vaselina final de Guido sobre la salida desesperada del portero rival, que no encontró la recompensa del gol.
Ahora a disfrutar de las vacaciones y a preparar el próximo Torneo de La Safor.
Hoy el Euro cambia a:
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