Sería la hora inhabitual, o que nos tocaba tener el día tonto, pero ha resultado uno de los peores partidos disputados por los nuestros esta temporada. Enfrente un rival duro y correoso, fiel a un guión con el que nos hemos topado numerosas veces este año, acumular jugadores en su campo y lanzamientos al punta buscando su superioridad física, y que esta vez se nos ha indigestado.
Nos ha faltado intensidad, chispa, precisión y definición. Ni el gol de Guido, en la segunda parte al culminar una de las pocas combinaciones del encuentro, alteró la dinámica del mismo.En los últimos minutos el E-1, aunque solo remataría una vez entre palos, puso cerco a nuestra meta a base de jugadas a balón parado, generadas en muchos casos por la falta de serenidad de los nuestros. El pitido final del árbitro ha servido para sumar los tres puntos y acabar con la incertidumbre.
Ahora toca ponerse las pilas durante la semana. El próximo rival nos va a someter a una exigencia máxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario